lunes, 6 de julio de 2009

LA NUEVA INVOLUCIÓN DE LA ESPECIE


Fotografía: Natalia Posada García
La Nueva involución de la especie.

Miedos y desilusiones hacen que el cuerpo se descontrole. Entre mirada y mirada, los ojos se concentran en observar a las personas que muy felices se pasean por toda la Zona Rosa. Ellas moviendo su cuerpo, se ríen entre amigos y con cámara en mano, se acomodan y sacan su mejor sonrisa, Juliana* y Laura* caminan, lentamente, se detienen y se dan cuenta que están en un mundo totalmente distinto al que ya conocían.

A medida, que pasan las horas, las mismas personas siguen bailando electrónica y dance. Allí, frotando sus cuerpos, uno del otro, en busca de calor, cariño y sobre todo momentos de locura cuando la razón deja de ser lo que es y se incorpora a un mundo lleno de sentidos agudos, de hormonas alborotadas y de besos que sólo duran esa noche.

Si, besos que se desvanecen, y encuentro de miradas repentinas, sensaciones absurdas. “hay prevención y desconfianza en el ambiente” (Walter Riso, Pág. 92 Cómo aprender a quererse a sí mismo). En ese mundo de “evolución” que suelen llamar las personas, cuando creen que ser sociable significa estar rodeados de personas falsas que sólo buscan diversión por un momento y luego desaparecen como almas resentidas que vagan por la vida, padeciendo del cinismo y de las fantasías y sueños que produce la misma existencia.

Así, como podemos afirmar que la teoría abarca el todo, pero en ese todo, no se puede decir que la práctica sea más fácil o menos conflictiva. Al contrario, lo que produce la experimentación es más bien desagradable, puesto que, lo que sale de la teoría no es igual que la práctica, de hecho, es bastante disímil.

Venimos a este punto, porque se hizo un experimento con el libro de Walter Riso, titulado CÓMO APRENDER A QUERERSE A SÍ MISMO. Un trabajo de campo para sacar del libro las palabras que penetran en el cerebro y hacen que todo lo imposible, sea una realidad. Pero en la práctica todo cambia, ya que al estar en medio de ese ambiente, lleno de personas, alegres, bailarines, droga, alcohol se siente la tensión, la música empieza a penetrar el cuerpo y el movimiento es inevitable. Tal vez porque hay que sentirse adaptado y aceptado, por eso, un trago de Koctail, una chupada de bombón, un trago de aguardiente y felices en la noche, mientras el Dj cambia de canción y los jóvenes o más bien los niños gritan diciendo “esa es mi canción” se muerden el labio, suben las manos y comienzan con su coreografía, el corazón late más fuerte y sus pasos son de una nueva evolución o de una involución de la especie. Que nos convierte en seres totalmente conceptuales, ignorantes y patéticos que piensan que hacer “vida social” es emborracharse, atrapar a las mujeres indefensas, en el caso de los hombres y es allí donde comienza el manoseo, de ahí, los besos que sólo duran una noche, producto de la locura alucinación causada por las drogas… mucha música, el cuerpo no puede parar de moverse, es más que inevitable, es una realidad. La nueva involución.

“El sentimiento a diferencia de los procesos de pensamiento, tiene algunas características que le son propias: es automático (no consciente), requiere menos esfuerzo mental, es inescapable, irrevocable, total, difícil de verbalizar, difícil de explicar y de entender” (Walter Riso, Pág. 67: APRENDIENDO A QUERERSE A SÍ MISMO) este es el mejor ejemplo para demostrar que en esos lugares, no sé habla, las palabras sobran y en muchos casos ni tienen sentido. Tal vez hay un caso en el que los hombres intentan conquistar a las mujeres preguntándoles “la estás pasando bien, tienes novio, y tú qué haces…” con esa sonrisa llena de sus “buenas intenciones”… y mientras bailan, van pasando el cóctel para entrar en una especie de conexión con la música y el ambiente y la relación social entre hombre y mujer.

Ante esta situación, es claro afirmar que Walter Riso tiene razón al decir que el contacto físico es la menor manera de comunicar afecto, también que el amor tiene la posibilidad de comunicarse sin exagerar con el lenguaje, es decir, con un abrazo, una caricia, o un beso, como aquel, que dura por una noche o por una hora.

Por otro lado, Riso, comenta que hay que tener en cuenta dos cosas. La primera, que la mente y la emoción deben estar juntas y la segunda es que de acuerdo a estas situaciones una debe prevalecer más que la otra, razón por la cual, la mente debe ser superior a los comportamientos de “evolución” que se producen en ese tipo de ambientes.

Es así, como bailando y disfrutando de la rumba de involución, Walter Riso hace una acotación muy importante cuando dice “la exploración es uno de los comportamientos que más garantiza el desarrollo inteligente y el desarrollo emocional de nuestra especie. La búsqueda permite el descubrimiento de las fuentes de alimentación, de guaridas y del apareamiento sexual en las especies inferiores” (Walter Riso, Pág. 64-65: APRENDIENDO A QUERERSE A SÍ MISMO)

Al menos, con estas palabras tan llenas de realidad, en este caso que la práctica se convierte en un experimento y una experiencia totalmente desconocida, el miedo a la aventura, las cosas se salen de lo normal y se escapa todo tipo de control, porque ver ese otro lado de la moneda crea sensaciones llenas de muchos imprevistos y de sorpresas que permanecen en los más profundos recuerdos; y en los momentos donde se hace comparaciones entre el mundo fashion y los intelectuales. De allí, se saca una conclusión, va en la actitud, en los conocimientos, en la personalidad y no en las calificaciones, ni en la música que escuchan, porque al fin de cuentas, en los dos espacios se divierte por igual.

Niños, jóvenes, adultos, siguiendo el ritmo de la música, canciones muy alegres y un espacio muy cerrado, una mirada hacia la calle, una cuadra de mucho movimiento y con una canción Dance por escuchar Sweet Serenity para que deleiten el paladar y se abran a descubrir sensaciones nuevas, así como Walter Riso, trata de hacernos entender cuando pone como prioridad a UNO MISMO, al SER HUMANO y a la búsqueda del amor interior y de la emoción combinada con la razón…
Por eso pocos se atreven a vivir tales experiencias, porque no se sienten cómodos, pero hay que experimentar, eso si, en sano juicio, disfrutar de la vida. Llevar una filosofía Hedonista, que se refiere a vivir con intensidad, cada minuto, también significa placer, satisfacción, bienestar y en pocas palabras sacarle provecho a todo lo que ofrece el medio que nos rodea.
Queda solamente, aceptarnos a nosotros mismos, ser más abiertos y tener una vida social, pero no por ser aceptados, sino porque es algo natural la comunicación y la relación entre las personas, eso sí, ser más humanos y más honestos tanto con sí mismos como con los demás.
*se cambió los nombres, para proteger a las fuentes que no quieren mostrar su identidad.